WILLIAM CAREY Y SU CORAZÓN MISIONERO


William Carey se encendió por la obra misionera al leer sobre los viajes del Captain Cook. Él se preguntaba: “¿Si otros pueden [hacer] tanto por un espíritu de aventura o en el deseo de servirle a la ciencia, por qué no podríamos hacer lo mismo por el servicio de Cristo?”


En su panadería [en Inglaterra], él puso un mapa [mundial] en la pared y escribió lo que él sabía respecto a las religiones y a los diferentes pueblos. Él tenía en su mente constantemente los millones que estaban perdidos.

Siendo predicador asistente en una pequeña [congregación] Bautista, él asistió a una conferencia de iglesia y preguntó si el mandato de predicarle a todas las naciones [en Mateo 28:19-20] aún estaba vigente. No se le permitió continuar hablando. Lo llamaron “un entusiasta miserable.”

Después Carey se fue a India, donde demostró ser un genio en los idiomas. Fue él quien tradujo el Nuevo Testamento en Bengalí [el idioma de la India]. Luego él pudo darle a la gente de India el Nuevo Testamento en 34 idiomas [Él dirigió la traducción de la Biblia en 42 idiomas orientales y de ese modo hizo que la Palabra de Dios fuese disponible a un tercio del mundo. Uno de sus colegas hizo la traducción más temprana de los Evangelios en Chino].

...Carey se convirtió en catedrático de idiomas orientales en la Universidad de Calcuta. Él escribió gramáticas y diccionarios en muchos dialectos de la India...Fue creador de escuelas y maestro de evangelistas nativos.

Por la influencia de él, cesaron los hábitos de lanzar niños a los cocodrilos en los festivales [Hindúes] religiosos de Gango Sangos, tal como el quemar viudas y que fueses quemadas en vida con sus esposos difuntos. Él también cuidó de los leprosos.

Cuando estaba en su lecho de muerte, una de las personas en la recamara elogió a Carey. Sus últimas palabras fueron: “Has hablado del Dr. Carey. Cuando me vaya, no hables de Carey sino que del Salvador de Carey”

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